Se entiende que el ánodo de titanio utiliza titanio de alta pureza Gr1/Gr2 como material base y la superficie está recubierta con una capa catalítica de óxido de metal precioso de múltiples componentes, como RuO₂, IrO₂ y SnO₂. Se logra una unión metalúrgica entre el recubrimiento y el material base mediante un proceso de recubrimiento de descomposición térmica multicapa.

Este proceso hace que la adhesión del recubrimiento sea muy superior a las tecnologías de recubrimiento ordinarias, lo que garantiza que el electrodo funcione de manera estable durante mucho tiempo sin caerse en un entorno electrolítico ácido y bajo una alta densidad de corriente de 1000-3000 A/m². Los datos medidos muestran que su eficiencia de electrólisis es estable ≥85%, lo que reduce el consumo de energía entre un 15% y un 20% en comparación con los electrodos tradicionales. La vida útil puede alcanzar más de 3 a 5 años en condiciones normales de trabajo, lo que reduce en gran medida los costos de operación y mantenimiento del equipo.
En términos de escenarios de aplicación, el ánodo de titanio se ha utilizado ampliamente en el tratamiento de agua, tratamiento médico, oxidación industrial y purificación de aire. Especialmente en vínculos clave como la desinfección profunda del agua potable, la degradación de DQO de las aguas residuales industriales y el tratamiento estéril de dispositivos médicos, su eficiente capacidad de producción de ozono ha mejorado efectivamente la eficiencia y la calidad del tratamiento.
Los expertos de la industria dijeron que el avance tecnológico de este ánodo de titanio no sólo promueve la mejora del rendimiento de los equipos generadores de ozono sino que también es de gran importancia para el desarrollo sostenible de la industria de protección ambiental. Se espera que en el futuro se convierta en el componente central principal de los equipos de preparación de ozono.