Los ánodos de titanio para la extracción de metales son componentes centrales y clave en los procesos de electroobtención y electrorefinado de metales no ferrosos, y ocupan una posición insustituible en la industria metalúrgica moderna. Este producto utiliza titanio de alta pureza de grado Gr1/Gr2 como material base, que se puede procesar en placas, mallas, tubulares y otras formas básicas según diferentes escenarios de aplicación, y la superficie está recubierta con una capa de óxido de metal precioso compuesta de IrO₂, RuO₂, Ta₂O₅, etc. Su proceso de fabricación controla estrictamente cada proceso: el material base primero se arena con chorro de arena para aumentar la rugosidad de la superficie, luego se decapa para eliminar la capa de óxido y las impurezas, y luego Se adopta un proceso de descomposición térmica de revestimiento múltiple + alta temperatura para formar una estructura de unión firme y densa entre el revestimiento y el material base. En comparación con los ánodos de plomo tradicionales, sus ventajas de rendimiento son extremadamente significativas: el voltaje de la celda se puede reducir entre 0,2 y 0,5 V, y el ahorro de energía anual de una sola celda puede alcanzar decenas de miles de grados según el tiempo promedio de funcionamiento diario de las celdas electrolíticas grandes; la eficiencia actual se mantiene estable por encima del 90% y la capa de deposición de metal es más uniforme y densa, lo que mejora efectivamente la pureza de los productos terminados;